13/07/2018
Las personas con diabetes pueden practicar deporte de la misma manera y al mismo nivel que cualquier otra persona.
Las personas con diabetes pueden practicar deporte de la misma manera y al mismo nivel que cualquier otra persona.
Lo primero que hay que tener en cuenta cuando hablamos de ejercicio es conocer la diferencia entre ejercicio y actividad física:
En general, los beneficios del ejercicio son mayores si se combinan los ejercicios aeróbicos con los ejercicios de fuerza muscular, que si se hace solo un grupo de ellos. Los beneficios son aún mayores si además del ejercicio (actividad física estructurada) se aumenta la actividad física no estructurada (caminar, subir escaleras, actividades de ocio, etc.).
Si bien, no son cuestionables los beneficios que conlleva la práctica de ejercicio físico, es necesario tener en cuenta, que se debe llevar a cabo de manera progresiva.
En personas com diabetes, es necesario medir la glucosa frecuentemente para conocer qué modificaciones son las más acertadas para cada tipo de ejercicio o deporte. La mayor dificultad que podemos encontrar es que el efecto es diferente en cada persona, por lo que no vale un mismo consejo para todo el mundo, sino que debemos trabajar en confeccionar pautas realizadas específicamente para cada situación.
A modo de resumen, podríamos decir que:
Cuando uno hace actividad física, las células se vuelven más sensibles a la insulina, por lo que pueden funcionar más eficientemente. Durante el ejercicio, las células extraen glucosa de la sangre. Por lo tanto, hacer ejercicio con regularidad puede reducir su nivel de glucosa y mejorar su nivel de HbA1c (hemoglobina glicosilada).
Cabe señalar que los beneficios del ejercicio físico son diferentes en personas con diabetes de tipo 1 o tipo 2.
En la Diabetes Mellitus tipo 1, los cambios en la glucemia inducidos por el ejercicio dependen, principalmente, de los niveles de insulina en el momento en el que se realiza el mismo. En este sentido, en pacientes con concentraciones plasmáticas adecuadas de insulina se produce un descenso significativo de los niveles de glucosa. En ocasiones, la actividad física realizada puede causar una elevación paradójica de los niveles de glucosa en sujetos con mal control metabólico e hipoinsulinemia. Los deportes de alta intensidad, el estrés psicológico de la competición y errores en la administración de insulina o en los suplementos de Hidratos de Carbono pueden asociarse a la aparición de la misma.
En la Diabetes Mellitus tipo 2, el mero incremento de la actividad física cotidiana se ha asociado a una mejoría a corto plazo de la sensibilidad a la insulina. A su vez, la práctica de deporte o ejercicio aeróbico a intensidad moderada favorece una reducción de la glucemia que perdura entre 2 y 72 h tras la realización del mismo. En base a los resultados de un reciente metaanálisis de estudios realizados mediante monitorización continua de glucosa, este descenso afecta principalmente a la glucemia postprandial. Por otro lado, aunque no es frecuente en pacientes con DM tipo 2, la realización de deportes aeróbicos muy intensos podrían asociarse a un incremento transitorio de la glucemia (1-2 h), que es debido al aumento de la secreción de catecolaminas.
Recomendaciones:
En los pacientes tratados con dieta o bien con dieta más fármacos que no provocan hipoglucemia (metformina, glitazonas, inhibidores de la alfaglucosidasa) no se requieren ajustes del tratamiento.
En aquellos tratados con sulfonilureas o meglitinidas, dependiendo de las características del paciente y del ejercicio, puede reducirse la dosis de la medicación o disminuir el ejercicio programado o bien aumentar el aporte de hidratos de carbono. Se podrá actuar sobre cualquiera de las 3 estrategias.
En los tratados con insulina, son necesarios los ajustes. En éstos, el mejor planteamiento es que los ajustes se basen en los resultados obtenidos con la monitorización de glucosa antes, después e incluso durante el ejercicio. Por lo que una monitorización inicial será la clave. Las modificaciones a realizar serán las siguientes:
Tipos de ejercicio y su efecto sobre la glucemia:
Frecuencia, duración e intensidad: se recomienda un mínimo de 3 días/semana (no más de 2 días consecutivos sin actividad), durante 150 min/semana con al menos intensidad moderada (50-70% de FCM, Frecuencia Cardíaca máxima) (nivel de evidencia A, ADA 2015). Si se realizan ejercicios de gran intensidad (> 80% FCM) puede ser suficiente con 75 min/semana, ya que se obtienen los mismos beneficios en menos tiempo.
En definitiva, la práctica de ejercicio físico es fundamental en las personas con diabetes, sea cual sea su edad o tipo de diabetes, pero este ha de ser prescrito y controlado con los profesionales sanitarios.
Cristina Porca Fernández
Dietista-Nutricionista. Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol.
Bibliografía:
Standards of Medical Care in Diabetes-2016. Diabetes Care. 2016 Jan;39 Suppl 1:S4-119
Gargallo-Fernández M, et al. Recomendaciones clínicas para la práctica del deporte en pacientes con diabetes mellitus (Guía RECORD). Grupo de Trabajo de Diabetes Mellitus de la Sociedad Espanola ˜ de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Endocrinol Nutr. 2015.